Incluso las princesas tienen sueños.
Cosas que han mejorado para Mia: es la nueva empleada del periódico del instituto y su milagrosa competición de álgebra de estudiantes de primer curso esta a la vuelta de la esquina. Y por si fuera poco va a tener un nuevo hermano o hermana. ¿Podrían ser las cosas mejores?
Pero en el centro de su corazón, Mia solo tiene un deseo: pasar una noche con Michael yendo en limusina y llevando un ramillete de flores, o en otras palabras, el baile de graduación. Michael, de todos modos, no parece compartir ese sueño del baile de graduación. Peor aún, un servicio de trabajadores en huelga (con Grandmère y Lilly en el centro de cada oposición) amenazan el baile de este año.
¿Acabará la huelga a tiempo? ¿Michael podrá ser disuadido de su visión anti-baile de graduación? Y lo más importante, ¿Conseguirá Mia llevar su vestido rosa al baile?
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